domingo, 17 de febrero de 2008

"Abends will Ich schlafen gehen"


Aqui escribo de madrugada... las unicas horas en las que realmente me siento a gusto. El mundo duerme y yo puedo disfrutar del silencio de la noche, y, aunque el cansancio me embriague cada vez más, me siento bien. Miro por la ventana y veo incluso a los gatos durmiendo sobre los capós de los coches.

Solo vive el silencio.

Es en estas horas indecentes, me coloco los auriculares y puedo disfrutar en condiciones de la musica.

Oigo a mi Renée que me canta a mi, solo a mi...no me veo en la obligacion de compartirla con nadie, y nadie interrumpe con una tos, el papel de un caramelo o un murmullo. Es un recital privado.

Solos ella y yo. Ella canta y yo disfruto...un tandem perfecto.

Turandot también me desafía a mí con sus tres adivinanzas. Norma me confiesa su pecado al oido. Azucena me relata la terrible historia, que la vuelve loca, de su madre. Pamina me llora su tristeza por el silencio de Tamino. Tatiana me lee la carta que ha escrito a Onegin. Tosca cae en mis brazos desde el Castell Sant Angelo. Thais se mira en mis ojos creyendolos un espejo. Y Manon me recuerda que aproveche mi juventud, pues no siempre tendré 20 años a las puertas de mi 20 aniversario.

Por la ventana de mi habitacion alcanzo a ver desde la cama el cielo infinito y oscuro y puedo oir a Romeo cantar su
"Ah Leve-toi soleil" desde los jardines hasta el balcon de Julieta.
La luz de una farola ilumina mi habitacion creando una atmosfera anaranjada y oigo a Mimi decir con su ultimo aliento: "Qui.. amor... sempre con te! Le mani... al caldo... e... dormire." Pero, cierro los ojos para evitar oir el llanto de dolor de Rodolfo, y me quedo dormido en brazos de mi queridisima Renée que me susurra al oido "Abends will Ich schlafen gehen".

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